Aquí vamos con un dilema de los grandes: ¿me pongo o no me
pongo la epidural? Máxime siendo primeriza, cuando no sabes a lo que te
enfrentarás en términos de dolor en el día del parto, el dilema te asalta cada
dos por tres. A mí desde luego.
Confieso que en principio me gustaría ser capaz de pasar sin
ella, pero las dudas siempre están ahí. Cada mujer es un mundo y aunque
entiendo que es un método seguro y que los profesionales que se encargan están
muy preparados para que todo salga perfectamente, hay una parte de mí que
querría vivir ese parto más natural, más “animal” por así decirlo, esa
experiencia en bruto y sin paliativos. Claro que es muy fácil decirlo ahora que
no tengo ni idea de lo que es una contracción. El día del parto, ¿qué pasará?
![]() |
Imagen: Babymoon |
En parte me animan ejemplos cercanos que tengo: mi cuñada ha
tenido recientemente a mis dos sobrinos, con poco más de un año de diferencia,
y lo ha hecho en ambos casos sin epidural. En uno de los partos le pusieron
oxitocina, que te agrava el dolor de las contracciones haciéndolas más fuertes,
y aun así ella no solo lo consiguió, sino que lo recomienda. Su recuperación de
ambos partos fue espectacularmente rápida. Un caso de éxito sin anestesia.
Tampoco quiero ser drástica, conozco casos de éxito con
epidural, por supuesto, y a grandes fans de este tipo de anestesia que aseguran
que les ha ayudado a disfrutar de su parto y que te cuentan que sufrir es
absurdo si puedes evitarlo. En parte comprendo sus argumentos, pero me quedan
tantas dudas… Según he leído la epidural puede (o no) ralentizar el proceso de
expulsivo, en algunos casos incluso detener las contracciones haciendo con ello
necesaria la oxitocina. Es un riesgo que me parece digno de tener en cuenta
porque una vez llegado casi al final, puede que salga más a cuenta terminar
antes y terminar de una vez. A su vez, genera un parto medicalizado a tope
desde el principio, y aumenta el riesgo de tener que instrumentalizar el proceso
con el uso de fórceps o episiotomía. Mi parto “ideal” sería lo más lejos
posible de ese tipo de material e intervenciones, y si puedo hacer algo por
disminuir las posibilidades de parto medicalizado, preferiría hacerlo.
También creo que en parte es bueno ir mentalizada de que la
epidural se podrá poner o no. Veo, leo y escucho a muchas mujeres convencidas
de que se la pondrán, pero no parecen tener en cuenta que no siempre se puede y
que hay factores que condicionan en que finalmente tengas que parir sin ella,
por ejemplo si llegas demasiado dilatada al hospital. Creo que si yo llegara
tan convencida de que quiero esa analgesia y me encontrara in situ con que no
puedo ponérmela, la frustración y el miedo serían contraproducentes y peores
que si simplemente te haces a la idea de que no puedes predecir cómo será tu
parto, y que lo mejor es no llevar demasiadas ideas preconcebidas.
Sobre este tema me ha resultado muy interesante este
artículo de Ser Padres, firmado por la matrona Sonia Moreno Merino, del
Hospital Clínico de Valencia. También Bebes y más ha sintentizado muy bien
ventajas y desventajas de este tipo de anestesia y su artículo es un buen punto
de partida para ahondar en las consecuencias buenas y no tan buenas que nos
puedan llamar la atención.
Mi idea particular hasta el momento es firmar el consentimiento
de la epidural por si acaso, pero aun así evitarla si puedo. Aparte de que no
me mola un pelo lo de que me pinchen en la columna, catéteres y todas esas
movidas, soy médicamente miedica y no temo reconocerlo, y además no tolero mal el dolor (el dolor que
conozco) así que creo que podría merecer la pena. Las historias de parto sin
epidural que he leído y conocido coinciden en general en que merece la pena, y
he leído partos más complicados con la anestesia que sin ella, claro que cada
mujer y cada caso es un mundo, y estoy muy lejos de conocer todos los casos. No
obstante, me quedan cinco meses para pensármelo, y mucho que leer, muchas
historias que conocer, y mucho que documentarme en mi osadía casi enfermiza de
empaparme de todo lo habido y por haber que rodee a la experiencia del parto.
Puede que mi opinión sobre la epidural aún cambie y evolucione. Mientras tanto,
cualquier opinión o consejo son bienvenidos.
Mami Babú
No hay comentarios:
Publicar un comentario